Las máquinas de oficina son una cantidad enorme, por ejemplo, en un remate de un hospital público, si se venden las máquinas de oficina, serían un montón: fotocopiadoras, registradoras fiscales (De las que usan en los supermercados), computadoras (con todos sus accesorios, incluyendo la impresora), calculadoras, guillotinas, contadoras de billetes, destructoras de papel. En el mercado existen muchos revendedores que posiblemente quieran comprar esas máquinas.

En muchos casos las máquinas son desarmadas y vendidas por partes, a compradores que las utilizan como repuesto para otras máquinas, del mismo o diferente tipo, y hasta quizás para crear una máquina completamente nueva. Así es posible imaginarse un universo de posibilidades a partir del cierre de una oficina y posterior remate de su contenido.

Si pudiéramos rastrear todos los elementos de una maquina, quizás podríamos encontrar que dos de ellos vuelven a juntarse en un aparato, años después.